¿Quién ha dicho que una boda en plena pandemia no podía ser emotiva?

Supongo que muchas parejas tienen sus reticencias a la hora de celebrar su boda en las condiciones actuales, concretamente a 13 de marzo de 2021.

Es comprensible, todos tenemos idealizado cómo queremos que sea el día de nuestra boda, y las restricciones provocadas por esta pandemia no nos lo ponen fácil, lo que es comprensible por otra parte.

Pero ¿qué es una boda?. El significado que le da el diccionario es:

Ceremonia en la que se celebra la unión matrimonial de dos personas mediante determinados ritos o formalidades legales

Dicho esto, lo que querían Carmen y José era exactamente eso, celebrar su unión matrimonial por encima de todo. Y esto es posible hacerlo con 300 invitados o con tan sólo 16 personas, incluídos los novios, como fue el caso del que os hablo hoy.

Pues os  adelanto que esta boda ha tenido todo lo que se presupone que debe de tener una boda: nervios, lágrimas de emoción, risas, diversión y mucho amor.

Aquí os dejo un resumen completo:

¿Se puede pedir más? Pues hubo más. Hubo un vestido fantástico de Rosa Clará, unos zapatos preciosos de Lodi, un traje a medida de D’ etiqueta, un maquillaje muy profesional a cargo de Desmark-arte, unas flores maravillosas de Ulilove, una tarta increíble de  elhornodePaola , y todo bajo el marco incomparable que ofrece la Plaza Mayor de Madrid.

Bueno, también tuvieron unas fotos estupendas, de un tipo muy simpático jeje, un servidor, Carlos Cobo de Booda Studios

Pero lo más importante es que Carmen y José celebraron su unión matrimonial con las personas más importantes de su vida, su familia.

Los novios eligieron para prepararse un hotel cuyos balcones dan a la mismísima Plaza Mayor, completamente nuevo, por cierto, el Pestana Plaza Mayor. 

Un «First Look» muy especial

Además decidieron verse antes de la ceremonia, o lo que ahora llaman algunos First Look. Os dejo la secuencia 🙂

Y por fin, la ceremonia

La ceremonia fue en la conocida Casa de la Panadería, que toma el nombre del primer uso que se hizo de los sótanos de este edificio de la Plaza Mayor, o como se llamaba antes, una Tahona.

Como podéis ver por estas fotos, y salvo por las dichosas mascarillas, que espero pronto desaparezcan de nuestras bodas en particular y de nuestras vidas en general, la ceremonia fue muy emotiva.

Llega el momento de las fotos de familia y las de los novios..

Como era pronto hicimos alguna foto de familia con la Plaza Mayor de testigo.

Al terminarlas los familiares se dirigieron hacia el  banquete, que se celebró en el Café de Oriente, mítico lugar donde los haya en Madrid. Con el Palacio Real frente a ellos, y el Teatro Real a su derecha, resulta de lo más pintoresco para unos familiares que venían de distintos lugares de la Península.

Algún que otro reportaje de boda he realizado por esta zona emblemática de Madrid, pero todos al final resultan diferentes. En este caso también contamos con los aplausos y vítores típicos de la gente cuando ve una pareja de novios.

El banquete: emotivo y divertido

Pues el hecho de ser pocos no le restó ni un ápice de diversión y le sumó un plus de emotividad, la cual llegó a su punto álgido cuando Carmen hizo el primer brindis, y, más adelante, cuando hizo entrega de los 3 mini-ramos de los que se componía su bonito ramo de Ulilove

Acabaron cortando una tarta personalizada para ellos obra de  elhornodePaola y con un baile nupcial en el que se coló algún que otro «mini invitado».